martes, 29 de noviembre de 2011

Rolling Stone: premios al conservadurismo

Los premios de la revista Rolling Stone que se celebraron anoche en la sala Pachá de Madrid dejaron un par de cosas claras. La primera, que todo el mundo quería estar allí. No cabía un alfiler en el edificio de aire art-decó ubicado entre los barrios de Chueca y Malasaña, los rincones más cool de la ciudad. Unas 500 personas estaban apiñadas a eso de las nueve y media de la noche, minutos antes del comienzo de la ceremonia. Ya se sabe que la combinación entre estrellas del pop y aperitivo by the face da muy buen resultado.

La segunda conclusión de la noche tiene un regusto más bien amargo. Los Premios, que los decide el público previa criba de la publicación, fueron sumamente conservadores. Hasta Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla, maestros de ceremonias, resultaron aburridos y casposos, más cerca de José Luis Moreno que de Faemino y Cansado. Sevilla, además, hizo el ridículo confundiéndose constantemente los premiados con los que entregaban el premio. Que triunfe Vetusta Morla (mejor grupo y disco del año) es tan previsible como premiar a los tontainas de Sidonie con el galardón de Elegante del rock -por cierto, ¿a quién se le ha ocurrido semejante estupidez de categoría?-.

También cuesta lo suyo entender por qué nos empeñamos en premiar siempre a los mismos. Luz Casal (Premio a Una vida de rock) y Miguel Bosé (Premio Solidario) deben de haberse quedado sin hueco para más estatuillas en la estantería de sus casas, mientras que deberían explicar qué pinta el gran Loquillo recibiendo el premio al  Artista nacional del año... en 2011.



Lo de mejor artista emergente (Miss Cafeína) suena a broma cuando también estaban nominados grupos como The Right Ons, que se tuvieron que conformar con sacarle partido a la barra libre. Los granaínos Lori Meyers, muy queridos por los editores de la revista, no se podían quedar sin premio y se llevaron el de Mejor gira.

No todo fue negativo. "Hacía los salvaje" de Amaral (Canción del año) es un gran tema de pop-rock se mire por donde se mire, el premio Rolling a José Coronado por su tremendo papel en "No habrá paz para malvados" encaja perfectamente, así como el merecido homenaje a Enrique Morente. Recogió el premio su hija, Estrella, que se arrancó con una emotiva saeta en recuerdo al cantaor granaíno fallecido este año.